LMN – El Cairo – El Hotel Shepheard

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Hotel Shepheard

Majindono (2) – Robert O’Connel – (Exlegionario Inglés de familia acomodada)
Júpiter (2) – Hansichi – (Detective Japonés)
Yrian (2) – Patrick Rose (Agente del FBI y exmilitar)
El otro Víctor – Horace Pettersen (Biólogo)

Patrick Rose llegó a la ciudad de El Cairo con su macuto preparado como si fuera a enfrentarse a un ejército. Los rumores que le habían llegado de la desaparición de su antiguo compañero Harold Jane le hacían preveer que tendría que estar preparado para cualquier cosa.

Según Jhonas Kensington el grupo que investigaba la expedición Carlyle se alojaba en el hotel Savoy aunque, por motivos de seguridad, debía de contactar con Nigel Wassif, director de el periódico El Boletín de El Cairo.

Patrick se presentó en el periódico preguntando por Nigel y este se comportó como si ya le esperara. «Rápido» le dijo «Hay grandes noticias que tengo que compartir con el resto del grupo, al cual voy a presentarte»

El grupo de investigadores se despertó temprano para programarse y aprovechar mejor el día.
En mitad del desayuno apareció Nigel con un americano recién llegado a la ciudad, dedujeron los investigadores debido a que llevaba aun las maletas a cuestas.

Wassif presenta a Patrick Rose al grupo como un nuevo integrante de la expedición y a continuación terriblemente excitado les da la noticia que estaba deseando contarles desde la primera hora de la mañana.

El Embajador británico en El Cairo ha organizado una recepción en el Hotel Shepheard a la expedición Clive. A dicha recepción están invitados el ministro egipcio de asuntos británicos y el embajador francés a parte de la más alta aristocracia de la ciudad, también asistirá al evento el terrateniente Omar Shakti. Nigel está sobre excitado porque ha sido invitado y puede conseguir invitaciones para todo el grupo de investigadores.

Es la ocasión perfecta para los investigadores de mezclarse con la expedición Clive y poder sacar información relevante sobre la excavación.

El grupo de investigadores recibe la noticia con gran interés. O’Connel y Patrick se dirigen esa misma mañana al hotel Shepheard a pedir una suite donde alojarse. Por su parte Pettersen se dirige el museo donde se entrevista con el profesor Kafour y este, tras descubrir que los bastones eran objetos de sumo poder está totalmente dispuesto a colaborar con el grupo de investigadores y le enseña la colección de libros de ocultismo a Pettersen. El cual queda fascinado por el tema.

Por su parte Hansiki se agencia un frac nuevo en el Savoy.

Llega la noche y los investigadores están preparados. Patrick y O’Connel han dejado todas sus armas preparadas en la suite Esmeralda, cercana a la terraza del hotel donde se hará la recepción. Bajo las chaquetas de sus fracs llevan sus revólveres del 38 ocultos. Pettersen presenta su invitación en recepción y amablemente le indican el camino para llegar a la terraza, mientras que Hansichi, oculto tras un periódico observa sentado en un sillón del Hall del hotel la procesión de celebridades que se encaminan a la fiesta.

Identifica a toda la expedición Clive, la cual es escoltada por cuatro hombres con chilabas blancas, llega también Omar Shakti con su gato y en otro grupo el embajador británico con el embajador francés acompañados de cerca por una nube de reporteros entre ellos Nigel Wassif el cual, es el único reportero al que permiten pasar pues está invitado.

Por último llega el ministro de asuntos británicos egipcio.

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El ministro

Tras esta retahíla de personalidades, Hansichi decide unirse a la fiesta.

Ya están todos en la terraza del hotel donde la fiesta está en pleno apogeo. Al fondo hay una banda de música acompañando a una exótica cantante árabe que se ha subido a un escenario con un ligero velo en la cara pero luciendo un ceñido vestido negro occidental. Su belleza y atracción atraen a O’Connel que se desinhibe de la escena por completo durante unos minutos.

Los investigadores pueden comprobar que tanto Gardner como Agatha Broadmoor están vigilados a todas horas.

Hansichi se dirige a el profesor Clive y a Martin Winfield al que se presenta de nuevo como reportero del Scoop británico mientras que Patrick se acerca a Johhannes Sprech para comenzar una conversación. Por último Pettersen, aprovechando que sus compañeros están entreteniendo al resto de los expedicionarios se dirige a comenzar una conversación con Agatha Broadmoor.

Pettersen es educado y agrada a Agataha la cual le comienza a explicar sus impresiones sobre el reciente hallazgo de la expedición, el sarcófago de Nitocris. Según Agatha, la momia fue identificada como la de la reina Nitocris a partir de textos exhibidos por Clive antes de salir de Londres. Cree que el sarcófago no fue sacado de la pirámide arrastrándolo; Agatha piensa que se utilizó a algún ser sobrenatural o, como ella dice, “algo antiguo e insondable. Gardner, que es más escéptico, opina que debe de existir algún pasadizo secreto que lleva desde la cámara a algún otro lugar, quizá a alguna de las otras pirámides de la zona. La policía local se muestra más de acuerdo con esta teoría y llevan días intentando (sin éxito) descubrir el pasadizo. Hasta el momento, ambos opinan tan sólo que Clive ha sido discreto en demasía al no querer identificar la momia de buenas a primeras. Agatha sabe que la resurrección de Nitocris requiere su corona, su anillo y su cinturón: colocando estos tres objetos sobre la momia a la vez que se realiza el ritual apropiado, Nitocris regresará de entre los muertos.

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La deslumbrante cantante árabe hacía las delicias de O’Connel.

Mientras tanto O’Connel a vuelto en si y se une a la conversación en la que se encuentran Hansichi, Clive y Winfield, el primer contacto entre O’Connel y Winfield es explosivo, tras unas palabras drásticamente amargas de Winfield O’Connel debe de refrenarse para no golpear a Winfield en la cara, solo la intervención del profesor Clive hace que Winfield se retire y el resto de caballeros ahí reunidos pueda continuar con la conversación.

Por su parte, Patrick charla con Sprech y enseguida se da cuenta de que es un fanático, su conversación se basa en que hay profecías en que un lider vendrá para liderar al pueblo alemán y que ese líder vendrá del pueblo. Patrick tiene claro que Sprech no es una persona de la que te puedas fiar.

A todo esto Pettersen continua con dando cháchara a la señora Broadmoor cuando el terrateniente Omar Shakti se les acerca, Shakti lleva a su inseparable gato con el. Se comporta amablemente y de forma muy agradable con Pettersen el cual le corresponde alabando a su gato. En ese momento Pettersen se da cuenta de que el gato de Shakti no es solo un gato egipcio, también tiene unos rasgos característicos de esta raza que perdió, supuestamente, hace varios siglos. Pettersen se lo hace notar a Shakti y este de repente cambia su gesto a uno mucho más duro e inflexible.

Hansichi y O’Connel están hablando con Clive cuando les indica que quiere presentarles a un importante miembro de la fundación Penhew. Cuando este se da la vuelta les presenta a ¡Edward Gavigan! al que consideraban muerto en la casa Misr.

Gavigan se acerca a ellos sonriendo sarcásticamente, mostrando una dura cicatriz en la parte izquierda de su cara, sus primeras palabras son: «Un placer caballeros, esperaba encontrar entre ustedes al señor Carnagie ¿No sabrán donde se encuentra, por casualidad?»

Los investigadores sintieron en su cara una lluvia alfileres cuando la mirada de Gavigan se clavo en sus ojos.

Mientras Hansichi y O’Connel se quedaban petrificados por unos segundos ante Gavigan, Patrick se dio cuenta de que Omar Shakti se iba de la terraza seguido por el profesor Pettersen y tras el dos camareros que sospechosamente andaban como si fueran en formación.

Patrick se acercó a los camareros y sin mediar palabra los golpeó a uno con la culata de su pistola y disparó al otro. Pettersen de repente salió de un trance y empezó a preguntarse donde estaba.

Mientras Patrick se enfrentaba a dos camareros a por O’Connel se lanzaron cuatro maromos que milagrosamente resbalaron y chocaron entre sí dándole la oportunidad al inglés para salir corriendo. Por su parte Hansichi resbaló por el suelo y deslizándose llegó hasta la entrada de la terraza, donde se encontraba Sakti mirando la escena con una malévola sonrisa dibujada en su cara.

Tras varios disparos el cuarteto de investigadores pudo salir de la terraza y dirigirse hacia la suite que habían alquilado O’Connel y Patick para coger sus armas.

En el pasillo del tercer piso se encuentran con más empleados del hotel que se enfrentaban a ellos, Hansichi se ocupó de ellos a patadas aunque recibió un cuchillazo que hizo sangre. Tras los primeros ataques un grupo más numeroso bajaba por las escaleras a toda velocidad y fueron recibidos por una ensalada de plomo proveniente de las thompson de O’Connel y de Patrick.

Tras la primera ráfaga de balas solo hubo silencio.

Los investigadores no se fiaban de nadie y se atrincheraron en la habitación esperando lo que fuera que fuese a entrar por la puerta. La luz se apagó y se quedaron a oscuras, Pettersen se dirigió a una de los balcones y vio que podían descender ayudados por un par de sábanas anudadas y así lo hicieron.

Una vez en la calle salieron corriendo intentando dejar atrás el hotel lo más rápido posible, pero antes de alejarse lo suficiente Pettersen cayó. Empezó a chillar desesperado en el suelo aquejado por terribles visiones, cuando el resto de investigadores se dieron la vuelta para socorrer a su compañero vieron en la entrada del Hotel a un grupo formado por Sakti, Clive, Gavigan, Spreech y Winfield riéndose de ellos a carcajadas mientras un hombre sin identificar les señalaba con el dedo mientras les miraba muy serio, con odio, como si no quisiera otra cosa en esta vida que arrancarles la piel a tiras para hacerse un traje nuevo.

El grupo de investigadores consiguieron llegar al hotel Savoy a trancas y barrancas y tras recoger sus pertrechos abandonaron el hotel con intención de refugiarse en el laberíntico centro de El Cairo, ciudad, que sin duda, está absolutamente controlada por la hermandad del Faraón Negro.

LMN – El Cairo – El Hotel Shepheard

1 Comentario

  1. Teyllerd

    Grande reseña y muy buena pinta parece que tuvo la escena. Lastima que no pudiera ir alli, no se que hubiera pasado si me hubiera encontrado cara a cara con gavigan… Creo que debo reforzarme y hacermas fuerte para poder ganar esa batalla. Proxima sesion, rumbo al museo…

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