LMN – Shanghai – Jack (Brass) Brady

Majindono (2) – Robert O’Connel – (Exlegionario Inglés de familia acomodada)
El otro Víctor – Horace Pettersen (Biólogo)
Juan – Ahmed (Beduino árabe)
Egoytz – Michael Carnegie  (Diletante americano amigo de Jackson Elias)
Enrad – Andrew Thompson (Siniestro profesor)
Isabel – Profesor Kafour 

Tras el asalto al almacén de Ho-Fong varios de los integrantes del grupo se quedaron en un hospital recuperándose de sus heridas, mientras, el resto del grupo se escondía en el hotel sabiendo a ciencia cierta que tanto los hombres de Ho-Fong como los de Lin Tangyu les estaban buscando por la ciudad.

El fin de la alianza con Lin Tangyu

El grupo de investigadores decidieron ir al «Tigre tambaleante» apoyados por los hombres de Lin Tangyu para  sacarle a McChun todo lo que sabe.

A su llegada el bar estaba vació pero el grupo de investigadores acompañados por los 5 hermanos chinos casi llenaron el local.

O’Connel se dirigió directamente a McChum al que se le veía claramente acojonado, sin embargo siguió negando que supiera nada más. Esta actitud acabó con la paciencia de los hermanos chinos que agarraron una mano de McChum y se la clavaron al suelo con un cuchillo enorme.

Se generó una situación tremendamente tensa en el local pues O’Connel no tenía pensado torturar a McChum, los hermanos chinos amenazaron a los investigadores y estos les apuntaron con sus armas. El combate estaba servido.

Tras varias cuchilladas y disparos los cinco hermanos chinos yacían muertos en el suelo mientras O’Connel y Agmed sobrevivieron gracias a la intervención del doctor Stockton. Tras esta sangría la alianza entre los investigadores y Lin Tangyu termino.

Otro tipo de investigaciones

Por su parte Andrew Thompson, continuó sus investigaciones por la ciudad movido tanto por su ansia de conocimiento como por la intuición de que se estaban acercando a algo realmente importante.

Una representación del grupo con Thompson a la cabeza se dirigió al museo de Shanghai donde se entrevistó con el director del mismo. Tras una charla tranquila y agradable el director le entregó a Thompson una lista con 37 estudiosos de ciencias ocultas en Shanghai.
Con buen criterio Thompson preguntó al director del museo cuales de los 37 estudiosos podrían considerarse los mas respetados sobre el tema, consiguiendo así reducir la lista a 10 nombres.

A parte de la lista Thompson encontró algo realmente importante. Entre la documentación sobre sectas que había en el museo encontró una referencia a «La Mujer Abotargada» y su posible relación con la secta de «La lengua sangrienta»

Tras salir del museo comenzaron a visitar a los eruditos de la lista, trabajo que costó un par de día en completar.
El último nombre de la lista era Mu-Hsien

Mu-Hsien

 

Los investigadores consiguen hablar con Mu-Hsien y le preguntan sobre la secta de «La mujer Abotargada» sin embargo en ningún momento Mu-Hsien reconoce que la secta exista. Cuando los investigadores le preguntan sobre Choi Meiling y Jack Brady, Mu-Hsien se comporta aun más lacónico, sin embargo, cuando le indican que pueden estar en peligro cambia el gesto y les indica que en dos días podrá hablar más con ellos.

Los investigadores salen de la casa algo decepcionados pero convencidos de que Mu-Hsien sabe mucho más.

La muerte de Michael Carnagie.

Michael y Stockton se dirigen a la casa de Lin Tangyu para negociar una salida digna tras el enfrentamiento con sus hombres en «El tigre tambaleante»

La negociación sale mal y Michael es atacado por un par de hombres de Tangyu de los que puede escapar, sin embargo lo que no puede salvar es el ataque de dos enormes gorilas blancos amaestrados para servir a Tangyu le atacaron por sorpresa. Michael dejó nuestro mundo sirviendo de almuerzo para estos simpáticos animales.

Continuan las investigaciones

Tras un par de días donde los investigadores se siente vigilados reciben la visita de alguien inesperado. Los investigadores estaban desayunando en un café cercano al hospital donde han salido todos los investigadores, cuando Jack Brady se sienta junto a ellos y les cuenta lo siguiente

Brady

El relato de Jack Brady
“ Soy Jack Brady, y me han dicho que me andáis buscando.
Tengo muy poco tiempo y vosotros algunas preguntas que
hacerme. Supongo que nunca llegaríais a hablar con Jackson
Elias. Si os parece, yo os explicaré ahora lo que sé, y responderé a vuestras preguntas en otra ocasión.”
“ Tal y como lo veo, tenemos serios problemas. Cuanto más sé
acerca de la situación, más me asusta. Siento mucho haberme
ido de la lengua con Jackson, pero pensé que si escribía su
libro y la gente lo leía, alguien haría algo acerca de esta
secta. No sabéis cuánto lamento que acabara así. ¿Vosotros
erais amigos suyos? Es igual. Yo le previne y no me guardé
nada para mí, y ahora os digo lo mismo a vosotros: la secta
juega fuerte. Pero a estas alturas creo que ya os habréis dado
cuenta ”, añade con una risita.
“ Bien. Yo supe desde el principio que la negrita de Roger
iba a traer problemas. Era de lo más duro, y le hacía ir por
donde ella quería. Él también debería haberse dado cuenta de
que iba a traerle problemas porque cuanto más se veía con
ella, peores eran los sueños que tenía por la noche. Cuando dijo que quería ir a Egipto, pensé que era una gran idea
porque podría acabar con el asunto, y las cosas volver a la
normalidad. Yo le aprecio, y le debo mucho.
“ Durante algún tiempo pareció que todo iba bien. Londres fue
muy divertido pero, una vez llegamos a El Cairo, Roger empezó de nuevo a tener esos sueños acerca de encontrarse con
un dios, y tonterías de ese estilo. Pero entonces ya no bebía,
la chica no estaba por allí y los ‘ caballeros ’ que Roger se
había traído empezaban a actuar de forma aún más rara que
él, por lo que me dije: las vamos a pasar moradas.
“ Una vez que le pagué a Faraz Najir por sus cachivaches,
Roger se pasó algún tiempo estudiándolos, y poniéndose
cada vez peor. Había una especie de busto negro al que se
pasaba horas y horas mirando, y un mapa que repasaba una
y otra vez como si se tratara de la foto de una chica. Fue
entonces cuando empezó a decirme que encontraríamos al
dios en cuanto destruyera el ojo y abriera el camino. ¡No te …!”
“ El tal doctor Huston, que se suponía que era un hacha, tenía
que haberle calmado, pero sólo hacía que animarle. Así que,
la primera noche que estuvimos en el Nilo, en Dahshur, Roger
se fue derechito a escalar la pirámide roja. ¿Alguno de vosotros ha escalado una pirámide? ¡Os aseguro que son empinadas! Pues Roger se la subió como un mono, sin mirar para
abajo ni dudar un segundo, lo que me demostró que el pobre
estaba como una regadera. ¡Pero yo le seguí hasta arriba!”,
vuelve a reír. “ Yo también estaba loco.”
“ Durante unos dos tercios del ascenso de la pirámide, no
haces más que pasar por encima de grandes bloques, que
están dispuestos como si un niño hubiera apilado un millón
de enormes bloques de construcción. Los constructores de
la pirámide rellenaron los huecos con piedra lisa, pero más
tarde la gente se la llevó de los dos tercios inferiores (la de
arriba era muy difícil de extraer). Bueno, pues Roger pasó
por el tercio superior igual de rápido, conmigo detrás. Los
ojos se me salían de las órbitas, porque apenas encontraba
asideros para evitar una caída.
“ En la parte de arriba hay una pequeña superficie plana, y
cuando Roger llegó allí se puso una especie de túnica empezando después a hacer sonidos raros, como si se le hubieran
fundido los plomos del todo. Pero en ese momento hubo una
enorme explosión, con todo tipo de extraños ecos y gritos,
así como un fogonazo. Yo me estuve cuerpo a tierra durante
un minuto hasta que me pareció seguro asomarme, y entonces
Roger me miró y me dijo: ‘ El ojo ya no está, Jack. Ahora ya
podemos ser dioses.’
“ Bueno, eso eran sólo palabras, pero detrás de él había una
zona en la que había desaparecido una capa de piedra y
parecía recién arrancada. Cuando volví al día siguiente, ya
no estaba, y parecía como si la pirámide hubiera reparado
el desconchado; sin embargo en la base encontré parte de
una roca que parecía encajar allí arriba, y tenía este signo
pintado.
[Brady dibuja un signo de aspecto misterioso. El guardián puede
proporcionar a los jugadores una
copia reducida del dibujo con el
signo. Ver página 309]

 

“ Ahora sé lo que era. Era un signo mágico que mantenía a
los seres malignos alejados de nosotros y Roger rompió su
poder deliberadamente.
“ Dos días más tarde, todo el grupo (Penhew, Roger, Huston
y Patty) me dieron esquinazo y desaparecieron en la pirá-
mide acodada. Envié a algunos de los chicos que hacían de
mensajeros a buscarlos y volvieron gritando que la pirámide
había devorado a los respetables científicos, y que el lugar
estaba maldito, con lo que el lugar se quedó desierto en cinco
minutos y me quedé solito. Por supuesto que entré a buscarles,
pero no había nadie dentro. Allí empecé a preocuparme.
“ Sin embargo, al cabo de una rato salieron todos ellos de la
pirámide. Roger me dijo que habían estado en Egipto, pero
en el Egipto real, y esas fueron las palabras más sensatas que pronunció. Penhew parecía que hubiera rejuvenecido
cinco años, y tanto Patty como Huston parecían cambiados.
Ninguno podía explicar dónde habían estado, y a ninguno
le preocupó que después fuera de lo más difícil contratar
nuevos operarios.
“ Después de eso, a veces me despertaba por la noche y les
oía hablar en una extraña jerga que nunca había oído. Una
noche Roger me dijo que me iba a enseñar el poder que habían aprendido a manejar. Salimos al desierto con un grupo
numeroso de árabes, y los cuatro empezaron a gritar extrañas
palabras y ritmos mientras Penhew batía el tambor que le
había vendido Najir. Cuando empezaron a salir criaturas del
suelo y a comerse a los árabes mientras Roger y los otros se
reían, yo me di el piro para emborracharme a fondo. Al día
siguiente, Roger me vino a buscar y me dijo que debía cambiar
mi actitud. Bueno, yo le debía mucho al chico y no pensaba
desertarle, pero después de eso me empecé a preguntar qué
demonios estaba pasando.
“ Después nos fuimos a Kenia, y Roger me explicó algo durante el viaje. Me dijo que habíamos encontrado a un dios
auténtico, que reinaría en la Tierra, y que nosotros reinaríamos con él porque éramos sus elegidos. El dios nos había
escogido para abrir el camino de su retorno. Y por extraño
que parezca, empecé a notar cosas que me hicieron pensar.
Cada semana Penhew parecía más joven y más vivaz. Patty
se encontraba mareada muy a menudo. Entonces empezamos
a hacer preparativos para ir a un lugar en las montañas
sin río, ferrocarril, telégrafo, policía, ni nadie amistoso,
por lo que supuse que una vez allí me iban a dar pasaporte,
así que hice mis propios preparativos. La última noche, en
Nairobi, drogué a Roger, me llevé lo que había en la caja
fuerte (era dinero de Roger de todas formas) y nos metimos
en un tren de carga que no figuraba en ningún horario, con
destino a Mombasa.
“ Más tarde supe que estaba en lo cierto. Los diarios dijeron
que había muerto un montón de gente, pero ni Penhew, ni
Huston ni Patty estaban entre los cadáveres.
“ Sea como fuere, mis arreglos funcionaron bien (suele pasar
cuando no se trata de montajes muy complicados y se dispone de dinero en abundancia). Cuando llegamos a Mombasa
nos bajamos del tren antes de que cruzara el puente del ferrocarril, y encontramos a un pescador dispuesto a llevarnos
a Zanzíbar por unos dólares. De allí fuimos en un buque de
cabotaje hasta Durban, donde nos teñimos el pelo, conseguimos ropa decente, y cogimos un barco hasta Perth.
“ En el tren a Mombasa, Roger consiguió dormir y se despertó
cambiado. Supongo que estar lejos de la influencia de los
otros le hizo volver a su antiguo yo. Le expliqué que teníamos
problemas, que nos teníamos que esconder, y le recordé lo
de los árabes muertos en Egipto, lo del dios y todo eso, y
él lo recordaba aunque de alguna manera no le parecía muy
importante. Captó enseguida la lógica de la situación, pero
al cabo de una semana le volvieron las pesadillas, y empezó
a caer de nuevo en la depresión. Creo que empezaba entonces a darse cuenta de algunas de las cosas que había hecho.
“ Por suerte, cuando estuve en la Infantería de Marina pasé
por Shanghái y tenía allí una buena cantidad de amigos, porque al llegar a Hong Kong Roger ya no podía más. Había empezado a chillar a las sombras y a todo lo que se movía, por
lo que le interné en un manicomio (tuve que invertir la mayor
parte del dinero que quedaba para dejarle en buenas manos).
Entonces me vine a Shanghái, creyendo que no volvería a ver
a ninguno de los otros miembros de la maldita expedición.
“ Y así fue hasta que me puse a mirar con unos prismáticos
a cierto yate, y vi a sir Aubrey Penhew pavoneándose por la
cubierta del Ama oscura.”

Tras esa perorata que les soltó Jack Brady los investigadores le dicen a Brady que Choi está en paradero desconocido. A Jack se le desencaja la cara porque entiende que Ho-Fong la ha capturado para sonsacarle su paradero. Jack le pide a los investigadores que le acompañen, estos lo hacen.

Tras un pequeño paseo Jack lleva a los investigadores a un almacén abandonado que se ha convertido en el cuartel general de acción firme, la sección «militar» de la agrupación Nueva China.

Jack habla con su lider, Chu Min, para pedirle ayuda contra Ho-Fon, pero este se niega diciéndole que la casa de Ho-Fong es una fortaleza y que no hay posibilidad de entrar. Sin embargo, Jack no se echa atrás y tras coger un fusil y llenarse los bolsillos de balas parte para la casa. Antes se para delante de los investigadores diciendoles: «Cualquier ayuda será bien recibida» O’Connel mira al resto y decide ayudar a Brady. Allí donde haya ostias y ensalada de balas para comer estará O’Connel.

El asalto a la casa de Ho-Fong

No puedo alargarme demasiado con el combate que se produjo a continuación, solo diré que a base de granadas, disparos de fusil y ráfagas de Thompson el grupo de los investigadores con Brady a la cabeza fue capaz de abrirse paso por la mansión-fortaleza. Tras la masacre inicial el estanque del patio interior de la casa estaba lleno de sangre y los cuerpos de los soldados de la secta estaban esparcidos por todo el piso.

Tras registrar la mansión los investigadores encontraron una puerta secreta que llevaba a tres puertas. Tras una de ellas encontraron la siguiente escena.

En una caja de cristal estaba Choi Meilin desnuda. La caja estaba separada por siete compartimentos y en uno de ellos había dos ratas que estaban alimentándose de los muslos de la joven la cual chillaba de dolor.

Tras la caja se encontraba Eduard Gavigan quien estaba dirigiendo la tortura. El hechicero portaba dos cetros que estaba cruzando sobre su cabeza mientras sonreía a los investigadores.  Gavigan dirigió el hechizo a uno de los investigadores, el doctor Kafour que murió entre terribles chillidos víctima de un hechizo de consunción.

Brady comenzó a disparar a Gavigan pero este parecía inmune a los disparos. Mientras Pettersen y O’Connel estaban en la puerta sin saber que hacer, hasta que a Pettersen se le ocurrió tirar la caja de cristal hacia ellos, lo que produjo que se rompiera permitiendo sacar a la joven desnuda de ella. Pese a los cortes que sufrió por ello la joven estaba agradecida de que la sacaran de allí.

En enfrentamiento entre Brady y Gavigan parecía destinado a que cuando a Brady se le acabaran las balas Gavigan mataría sin problemas a Brady. En ese momento, Pettersen cogió la última granada que le quedaba y la lanzó en la sala.

Brady, Gavigan, Pettersen, O’Connel y Choi salieron corriendo de la sala justo antes de que estallara la granada. Cuando los investigadores volvieron en si no encontraron ni rastro de Gavigan.

 

De nuevo recurrimos a la misma idea.